Ciertas libélulas pueden planear durante 30 segundos sin apenas perder la altitud. ¿Su secreto? Unas alas aerodinámicas que no se parecen a ninguna de las fabricadas por la industria aeronáutica.
Alas de la libélula |
Reflexione: Las alas ultrafinas de la libélula son corrugadas, con pliegues que impeden que se doblen. Los científicos han descubiertos que dichos pliegues también le proporcionan una mayor fuerza de sustentación al planear. "Esto se debeb a que el aire circula por las cavidades que hay entre los pliegues y crea zonas de muy baja resistencia al avance, lo que facilita el flujo del aire que genera la sustentación", afirma la revista New Scientist.
Microvehículos aéreos |
Tras estudiar las alas de la libélula, el ingeniero aeroespacial Abel varfas y sus colegas concluyeron que "es fundamental inspirarse en las alas de los seres vivos para diseñar micro vehículos aéreos". Equipados con una cámara u otros dispositivos, estos robots voladores del tamaño de la palma de la mano tienen muchas aplicaciones prácticas, desde obtener datos de zonas de desastre hasta medir los niveles de contaminación.
¿Qué piensa? ¿Son las alas ultrafinas y corrugadas de la libélula producto de la casualidad, o del diseño?
El microdrón libélula (micro vehículo aéreo) tiene un peso de 120 miligramos (0,004 onzas), una anchura de 6 centímetros (2,4 pulgadas) y unas alas ultrafinas de silicona alimentadas por elctricidad.
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